Dice Maravilla que soñó ese momento. En su país, con un gran estadio repleto. Y el día llegó. La realidad es que también para cada seguidor del boxeo en la Argentina este tipo de show era impensado. Hubo otros combates al aire libre en la historia, aunque con esta repercusión, con este nivel de expectación, hay que remontarse a la década del 30, cuando Justo Suárez le ganó a Mocoroa en River. Y con esta presencia mediática a nivel nacional e internacional, jamás. Un interés similar puede ser el que despertó (bajo techo, en el Luna Park) el primer duelo entre Carlos Monzón y Emile Griffith, en 1971.
La pelea que esta noche, desde las 22.30 aproximadamente, sostendrán Sergio Martínez y el inglés Martin Murray por el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en la que se esperan unas 35.000 personas, quedará guardada como una de las más impactantes de la historia en el país. Toda la reunión podrá verse por TyC Sports y Canal 7.
El pesaje tuvo una escenografía idéntica a la conferencia de prensa, al estilo Las Vegas, con el salón Libertador del hotel Sheraton desbordado. Un grupo de 30 intrépidos ingleses puso ruido y calor, pero fueron tapados por los cantos argentinos. "Puedo decir que comienzo a ser profeta en mi propia tierra", dijo Martínez, que anunció que ganará por KO en la segunda mitad del duelo.
El punto de mayor excitación lo generó Michael Buffer con su presentación, que generó gritos y aplausos. El pesaje se efectuó con la compañía de la música de AC/DC para Murray (72,400 kg) y de Calle 13 para Maravilla (72,300). Aunque nadie lo confirmó, el inglés no habría dado el peso en un control particular. Eso demoró unos minutos la ceremonia. Mientras Murray hacía los últimos movimientos para cerrar el número, Martínez, que estaba por debajo, llegó a la balanza tomando una bebida.
Maravilla está preparado en el máximo nivel de exigencia, algo que se pudo comprobar en sus últimos ocho combates. La única duda sobre sus posibilidades se enfoca en el estado del tobillo derecho, la rodilla izquierda y la mano derecha.
También podrá señalarse que nunca se presentó aquí ante más de 1500 personas. Pero esa presión no fue un problema para él hasta ahora. Al contrario, le gusta sentirse en el foco, ser el centro de la escena. Ante la presencia del gran público, parece disfrutar y envalentonarse. El quilmeño, de 38 años, es el favorito, pero no debe confiarse. Su rival, de 30, invicto en 26 peleas, es campeón interino AMB.
Será el tercer británico en el camino del argentino en los últimos cuatro combates (venció a Darren Barker y Matthew Macklin). Por su estilo versátil, movedizo y de guardia heterodoxa, suele encontrar ventajas ante ellos, que acostumbran ser sólidos, pero algo lineales y estructurados.
Además de la enorme atracción deportiva, otro de los temas que ocuparon a los organizadores en los últimos días es el pronóstico meteorológico. El clima parece haberse ensañado con el festival, ya que se estima que habrá lluvias aisladas desde las 17 (la hora de la primera pelea) y tormentas por la noche, aunque no sería antes de las 2 de la madrugada.
El duelo iba a comenzar cerca de la medianoche. Se adelantará un poco, pero las exigencias de la TV tampoco permiten llevarlo mucho antes de las 23. El ring, en el centro de la cancha, estará techado. Ante la lluvia, los problemas serían sólo para el público.
Maravilla vuelve al país para boxear después de 11 años (el 2/2/2002 le ganó al Chino Mora). Llega tras reconquistar el cinturón mediano ante Julio César Chávez Jr. en septiembre del año pasado, en Las Vegas, y los especialistas lo consideran uno de los cinco mejores del mundo libra por libra. Está en su momento cumbre. Y bien cerca de su gente, como nunca antes.